Entre los asesinatos relacionados con sectas argentinas, quizás el más resonante sea el homicidio de Ramoncito González, el niño correntino de 12 años asesinado el 6 de octubre de 2006 en la ciudad correntina de Mercedes, en un rito satánico que incluyó su tortura, su violación y la profanación de su cadáver con la decapitación y el despelleje de su cráneo.
Según los antropólogos del Gabinete de Investigaciones Antropológicas de Corrientes, que investigaron el caso, el rito de la secta que asesinó a Ramoncito era una mezcla de varios elementos, algunos satanistas y otros provenientes de la magia negra, aunque no faltaban las invocaciones afrobrasileras y la devoción al Señor de la Muerte. Sin embargo, el núcleo del asunto pasaba por la sangre como materia central de sus ceremonias.
?No se puede negar que las sectas destructivas existen. La de Mercedes, del caso Ramoncito es sin dudas una secta destructiva, los ingredientes ideológicos, mágicos y religiosos son tomados de muchos sectores, y se los re significan con fines específicos, particularmente criminales
Una secta puede ser un grupo localizado en estadio de formación incipiente, como el caso de la de Mercedes, o una secta consolidada con amplia cobertura territorial en más de 194 países, como la secta Moon.s
La “misa negra” o “misa del diablo” es una macabra ceremonia satánica de sacrificio ritual de un menor, donde “se lo degollaba sobre el altar” y “la cabeza era separada del cuerpo de un solo tajo”.
El elegido debía ser un niño “hermoso e inocente de costumbres” (según decía un manual de magia negra secuestrado del domicilio de Sánchez).
Había una lista de probables víctimas y de ella eligieron a “Ramoncito”.
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